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 Fuerte y fornido, el Spaniel de Sussex tiene el cráneo ancho y el stop pronunciado.
La trufa es ancha y las ventanillas nasales están bien abiertas.
De mandíbulas fuertes, ojos grandes y de color avellana, las orejas son gruesas y le cuelgan sobre la cabeza.
El cuello es fuerte y arqueado.
De miembros anteriores cortos, pecho profundo, lomo y riñones musculosos.
La cola es baja y peluda y no la lleva por encima del lomo: no se le deja más de un trozo de cola al nacer.
Pelaje : Abundante y liso con flecos en orejas y patas.
Color: Hígado con reflejos.
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 Debido a su terquedad necesita una educación llena de dedicación y cariño, pero con un poco de mano dura.
Si nace con cola debe amputársela y no dejar más de 12,5-17,5 cm de longitud.
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 Enérgico, vivo y audaz, es muy activo en las acciones que realiza. Es amigable y afectuoso y resulta fácil de educar.
Fiel por naturaleza y bueno con su amo.
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 El Spaniel de Sussex fue reconocido desde el siglo XVIII, ya que se tenían pocos ejemplares para la cría.
Se cruzó con otras variedades para evitar la endogamia.
Fue criado desde hace 150 años como perro de caza.
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 Su especialidad es la caza, ya que resiste bien en matorrales frondosos. Está dotado de un gran olfato y caza ladrando.
Su carácter amigable le hace ser buen compañero de la casa y la caza.
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Pros:
- Fiel y amigable
- Extraordinario olfato.
- Perro de caza, constante.
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