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 El Perro de Agua Español es un perro rural y musculoso con una cabeza fuerte, un stop cortamente pronunciado y un hocico más oscuro que su pelaje.
Sus ojos, ligeramente inclinados, están un poco separados.
Su cuello es fuerte y no tiene altura. Su pecho y costillas son anchos y su barriga es pequeña.
La cola suele ser cortada cuando el animal es joven.
Pelaje: rizado y lanoso.
Color: completamente blanco, negro y marrón o algunas combinaciones por encima.
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 Su pelo rizado tiene que ser siempre cortado u ocasionadamente esquilado.
Si nace con cola, suele ser cortada.
Requiere firmeza pero cariñosa formación.
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 Este perro es inteligente, trabajador y equilibrado.
Le gustan los niños y tiene buena vista para la gente de su propiedad.
Es un animal que comprende bien y con capacidad de aprendizaje.
Tiene buena disposición y muestra su lealtad y coraje a su amo.
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 El origen del perro de aguas español se difumina en la linea del tiempo.
Desde hace ya muchos siglos se le conoce en toda la península ibérica, sobre todo en el sur (Andalucía y Extremadura), donde se le denomina "turco andaluz" y en los puertos de la cornisa cantábrica.
Es en los últimos tiempos y gracias al esfuerzo de buenos criadores que la raza presenta un gran auge, después de un tiempo oscuro en el que la raza sobrevivió entre los pastores del sur y los pescadores de nuestras costas.
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 Es uno de los perros más polifacéticos que podemos encontrar.
Se le puede ver llevando los amarres de los barcos a puerto, buceando para recoger peces, llevando perfectamente un rebaño de ovejas por las cañadas, recuperando un pato abatido en las marismas o incluso levantando la presa entre la maleza y, desde luego, guardando la familia y posesiones de su amo.
En la actualidad empieza a considerársele como un buen perro de compañía, fundamentalmente por su extraordinario carácter.
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Pros:
- Buen trabajor e inteligente.
- No necesita demasiado ejercicio.
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