El chihuahua de origen mexicano tiene un compatriota, un perro encantador, de
nombre complicado, xoloitzcuintle (también llamado perro mexicano de
piel desnuda). El "cholo" -diminutivo corriente y cómodo- es el perro
más desnudo de todos los perros desnudos: todo lo más tiene unas cuantas
cerdas encima del cráneo y en la punta de la cola. Su piel suele ser de color
oscuro (bronce, gris elefante, gris oscuro, negro) aunque se admiten manchas
más claras o rosas. Se conocen algunos ejemplares de tamaño mediano, pero el
nuevo estándar señala que existen dos variedades: una mide entre 25 y 33 cm, y
la otra tiene un tamaño comprendido entre 33 y 56cm.
El cholo desciende seguramente del pelón, un perro muy extendido a
mediados del siglo XIX en la frontera entre México y Estados Unidos, donde los
turistas estadounidenses lo compraban a los campesinos mexicanos (de los que
precede el nombre del perro). El pelón no está reconocido por las instancias
cinológicas oficiales salvo las de Canadá. El chihuahua tiene
probablemente algo de los perros desnudos, en particular del cholo.
Digamos por pura curiosidad que algunos criadores estadounidenses intentan seleccionar
un chihuahua sin pelo. Tanto el cholo como el chihuahua podrían haber sido los
perros sagrados de los aztecas y más concretamente la imagen del dios de la
muerte Xolotl. La misma denominación del perro desnudo mexicano parece indicar
ese prestigioso origen aunque los elementos arqueológicos de que se dispone en
la actualidad no permiten confirmarlo.
El chihuahua es tan singular que parece difícil relacionarlo con otras
razas. De todos modos, se pueden encontrar algunas semejanzas entre la variedad
de pelo largo y el epagneul papillon, una variedad del antiguo epagneul
enano continental francés cuyos antepasados estuvieron en brazos de los
reyes y príncipes del Renacimiento. Es un pequeño perro bien finamente
construido, de pelaje vaporoso -sin subpelo- y ondulado, cuyas anchas orejas
levantadas, bien cubiertas de pelos largos, y la lista blanca que va de la nariz
al occipucio, hacen pensar en la silueta de una mariposa. El estándar menciona
un peso mínimo (1,5 kg) para evitar una miniaturización exagerada. En
realidad, es un perro mucho más robusto de lo que su delicado aspecto deja
suponer. Debería estar más extendido. Entre las razas de pelo corto que tienen una
aceptación parecida a la del chihuahua se pueden citar el terrier toy
inglés antiguamente llamado manchester terrier, gran cazador de
ratas. Los diversos cruces que se han hecho para reducir su tamaño lo han
perjudicado considerablemente. En la actualidad, ingleses y estadounidenses
(estos últimos han conservado su antigua denominación) le han dado un impulso
seleccionando linajes de un tamaño de 25 a 30 cm y un peso de unos 3 kg
-evitando así cometer los mismos errores del pasado-. Existen otras razas de
tamaño muy pequeño pero cuyo aspecto es muy diferente del que tiene el chihuahua;
entre ellas se puede citar el spitz enano y el yorkshire terrier
algunos de cuyos especímenes pesan alrededor de 1 kg. El pinscher enano
de orejas y cola amputadas, rojo o negro y fuego, muy compacto, atlético, es un
poco más grande y fuerte.